Imaginar las cosas de forma diferente nos reconforta
Por: Natalia Charry Vargas
Grado 1106 JM
El mundo está atravesando por una pandemia, la del Covid-19, un siglo después de la ocurrida en 1918 correspondiente a la gripa española o influenza. Esta situación ha generado un cambio en la vida en que no ha sido fácil acostumbrarse a nuevos comportamientos y roles. Por fortuna tenemos la suerte de estar en una época digital que ha hecho de este cambio algo llevadero, gracias a todas las posibilidades de conectividad que han hecho viable para las personas poder seguir con actividades importantes. Ahora nuestra nueva vida cotidiana gira en función de la virtualidad, hasta el hecho de tener que aprender informática por necesidad.
A pesar de permanecer casi todo el día frente a un computador y un celular, este cambio no ha sido tomado de buena manera en especial por los adolescentes y los jóvenes, pues somos una juventud llena de ilusiones y de sueños, de ganas de gozar la vida, de vivir nuevas experiencias, y además tenemos la esperanza de conseguir un mejor mañana para todos. Pero la Covid-19 nos ha limitado buena parte de esto. A los estudiantes de grado once nos privó de disfrutar nuestro último año en el colegio, de compartir con los compañeros de clase, de presentar las pruebas Saber 11 y del placer de graduarnos en ceremonia presencial en el auditorio del colegio acompañados de nuestros padres, profesores y compañeros. La Covid-19 nos embarga de tristeza por todo esto, pero solo imaginar las cosas de forma diferente nos reconforta.
Los jóvenes seguimos sintiendo los efectos de esta crisis, pero hay que seguir adelante sobreponiéndonos a las dificultades, y dispuestos a luchar por nuestros sueños y a seguir con las mismas ansias de contar con un mejor mañana. Los estudiantes de grado once estamos resignados a ser la primera generación de graduados en ceremonia virtual. Esta pandemia nos deja a todos grandes lecciones: cualquier cosa puede pasar y los planes nos pueden cambiar.