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"LICEO DE SANTA LIBRADA: COMUNIDAD DE FE, AMOR, RESPETO Y PERDÓN"

Apreciada familia liceísta, este 2020 es un año con nuevas ilusiones, nuevos ideales y propósitos. Lo recibimos con gran regocijo, el lema para este año es “Liceo Comunidad de fe, amor, respeto y perdón”, por ello entregamos al Todopoderoso los proyectos de nuestra comunidad educativa.  La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) afirma que “la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad”, y por esto el Liceo de Santa Librada busca desde su PEI la formación integral de sus educandos. Hemos querido robustecer el verdadero valor de la familia y su importancia en la construcción del tejido humano que propende por el bienestar colectivo, y el fortalecimiento de los saberes para el mejoramiento de la calidad de vida. A partir del mes de marzo llegó un momento de incertidumbre por la pandemia causada por el Covid-19, que trajo tristeza a muchas familias del mundo entero. Ha sido un acontecimiento que ha transformado la sociedad, la rutina del diario vivir. Nadie estaba preparado para asumir un nuevo reto en el cual la familia juega un papel fundamental, y en que la escuela se traslada al hogar. “Quédate en casa” es el nuevo lema, y desde allí continuamos con el proceso de formación asumido con fe en que en 2021 volveremos a encontrarnos en el Colegio.

 

Desde que se estableció la cuarentena o aislamiento social preventivo obligatorio el hogar juega un papel fundamental, hay que compartir este tiempo en familia; mantener el auto cuidado y cuidado de todos en casa; estrechar vínculos y mantener una sana convivencia. El Ministerio de Educación dispuso del trabajo académico en casa, desde donde los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la familia están recibiendo información a través de los medios de comunicación, y plataformas y herramientas tecnológicas. Esto requiere de un buen aprendizaje autónomo, y de la puesta en práctica de valores como la Autodisciplina, Responsabilidad y Comunicación. Es hora de desarrollar en casa actividades que, en muchas ocasiones, la rutina diaria no permitía.

En varias ocasiones, en el desarrollo de mi función de Rectora, he estado en el colegio: se encuentra vacío, solo, en los corredores y jardines solo se escucha el murmullo de los árboles, los jardines están tristes, solo se oye el canto de los pajaritos, todo está quieto, se ve desolado, hace falta la alegría de nuestras estudiantes.  Todo cambió, los estudiantes y los maestros desde sus hogares continuaron el proceso de formación. Esta pandemia ha sido la oportunidad para estar en familia, para valorar lo que tenemos y a quienes tenemos a nuestro lado (nuestros padres, hermanos e inclusive a nuestros vecinos). Este acontecimiento nos ha permitido reconciliarnos con nosotros mismos, dedicar tiempo para nosotros y para nuestra familia, colaborar con las labores de la casa, comunicarnos con los demás, prepararnos para continuar con el proceso educativo. Entendimos que la vida nos puede cambiar en un minuto.

 

Mi invitación es para que de ahora en adelante valoremos más la vida ,  que la fe, la esperanza y el amor que tenemos no decaiga, trabajemos por la solidaridad con los demás, es hora de reinventarnos hacia un mejor estilo de vida, hacia una vida saludable, una vida armónica, hacia el reconocimiento de lo que somos y lo que podemos hacer.

Queridos estudiantes y maestros, comunidad educativa, es hora de reinventarnos y prepararnos para nuevos retos que nos traerá 2021.

 

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