“Necesitamos la tecnología en cada aula y en las manos de cada estudiante y de cada profesor, porque es el bolígrafo y el papel de nuestro tiempo y es la lente a través de la cual experimentamos gran parte de nuestro mundo”
(David Warlick)
Familia Liceísta y el reto académico en momentos de pandemia
Por: Mg. Francia García Monje
Coordinadora Académica. J.T
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Familia y Escuela son un marco referencial imprescindible para la incorporación de un nuevo ser humano a la sociedad; pero este marco se encuentra a merced de los avatares impuestos por transformaciones diversas que han de asumir ambas instituciones para responder a la tarea educativa y socializadora, y más en este momento de emergencia sanitaria ante la pandemia que aqueja a la humanidad.
Como agentes educativos vivimos una época de grandes avances tecnológicos y de nuevos retos para una vida sana. Tenemos la oportunidad de hacer visible que los docentes somos generadores de transformación que, con nuestras manos, ideas y corazón acercamos a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a unas propuestas de aprendizajes que van más allá de la escuela, y que gracias a los padres de familia y cuidadores de nuestros estudiantes este reto ha ido alcanzando las metas propuestas, pese a las diferentes dificultades que se han presentado como la conectividad, la distancia, las herramientas digitales. Pero nuestra responsabilidad indelegable como comunidad educativa ha permitido que todo lo trazado se haya encauzado y se esté cumpliendo para beneplácito de nuestra comunidad educativa.
La ayuda como familia liceísta que somos ha sido importante en el continuo ejercicio de saberes: en la práctica de la lectura en casa, en las operaciones matemáticas, en la generación de espacios integradores de ambientes familiares, donde las emociones son positivas, acogedoras, donde el respeto, la responsabilidad y la tolerancia ganan el mejor espacio. Hacemos visible nuestro lema inspirador y transformador, en este 2020: “FAMILIA LICEÍSTA: COMUNIDAD DE FE, AMOR, RESPETO Y PERDÓN”, pese a la situación de salud que en el mundo entero vivimos, pues estamos aprendiendo a cuidarnos unos a otros y a valorar la vida. Pronto volveremos a encontrarnos y nos daremos los abrazos que durante esta cuarentena hemos dejado de lado. De los acontecimientos negativos también se obtienen enseñanzas positivas. Esperamos que desde el hogar se mantengan los lazos para fortalecer el sentido de nuestra familia educativa liceísta.