Revista|Voz Liceísta

Soy Carol Marcela Villalba Gómez, estudié Matemática Aplicada e hice una especialización en Estadística en la Universidad Surcolombiana, adquiriendo experiencia como analista de datos a nivel empresarial. Como estudiante hice parte de un semillero de investigación en donde realizamos un proyecto de programación dinámica, aplicado al tiempo de espera y distribución de alimentos en el restaurante universitario, el cual, dio como resultado el camino ideal para optimizar el tiempo de espera hasta en 15 minutos. Producto de esta investigación publicamos un artículo en la tercera edición de la revista Saber de la Facultad. Para mí, pertenecer a un semillero de investigación es una experiencia llena de mucho aprendizaje, y personalmente me ratifico en que la decisión que había tomado de formarme profesionalmente en ciencias fue la más acertada por el impacto que podemos generar por su aplicabilidad. 

Mi práctica profesional la realicé como analista de datos en el departamento administrativo de una empresa dedicada a la distribución de energía eléctrica. Esta labor incidió en el enfoque de mi trabajo de investigación del posgrado, el cual se intituló Estimación del Parámetro de Pérdida de Energía Eléctrica a Través de Métodos propios del Enfoque Bayesiano. Con apoyo en el planteamiento de una metodología empírica estimamos el parámetro de pérdida de energía eléctrica. Dicho resultado permitió a la empresa tener información precisa al momento de distribuir la energía eléctrica, optimizar recursos y mejorar su rentabilidad. 

Actualmente me desempeño como profesional universitario en el área de cartera en una institución pública del sector salud. Las matemáticas aplicadas configuran actitudes y valoran nuestra personalidad, y garantizan solidez en nuestros fundamentos de seguridad en los procedimientos y confianza en los resultados que obtenemos. Crean una disposición consciente y favorable para emprender acciones que conduzcan a la solución de problemas a que nos vemos enfrentados día a día. A su vez se conciben como el pilar del desarrollo  por la transversalidad de su aplicación en otras áreas. 

Aunque el camino como mujer en la ciencia es pedregoso, la satisfacción de los resultados obtenidos con la aplicación de las matemáticas en las diferentes problemáticas de la Región son un aliciente que me anima a trabajar día a día, desde cualquier ámbito en que  me encuentre, para aportar al desarrollo de la misma. Y me lleva también a animar  desde mi experiencia a todo aquel que se interese por hacer ciencia y soñar con abrir caminos en la aplicabilidad de la misma, teniendo como premisa que el único motor transformador de la sociedad es la educación.