Revista|Voz Liceísta

La comunidad liceísta se ha caracterizado por el respeto hacia los demás. La pandemia ocasionada por el Covid-19 nos muestra la importancia de las cosas realmente prioritarias en nuestra vida, y al mismo tiempo nos ha mostrado también lo frágiles y fuertes que somos. Debemos permanecer indestructibles en la fe y la esperanza, viendo esta pandemia como una situación que podemos aprovechar a nuestro favor para mejorar como personas y comunidad. 

Hoy el mundo nos brinda una oportunidad para lograr reinventarnos, mejorar, pero, sobre todo, crecer como personas y en familia. En ocasiones, para edificar grandes y mejores edificios, hay que derrumbar los antiguos, por más importantes que estos hayan sido. Considero que debemos plantear esa cuestión en nosotros y derrumbar ciertos aspectos de nuestra vida, los cuales hemos llevado mal, para edificar una mejor versión de nosotros, de familia y sociedad. Versión que debemos centrar en valores fundamentales como el amor, tanto propio como hacia los demás, el respeto, de la mano de la empatía para lograr mejorar como sociedad, y el perdón, para sanar nuestro ser y vivir en paz con quienes nos rodean. 

La familia es la base de una sociedad y nosotros conformamos una familia dispuesta a dar siempre el todo por el todo. Confiemos en que después de la oscuridad siempre viene un poco de luz, una luz que solo encontramos si somos fuertes. La unión hace la fuerza y el amor la reconforta. Por esta razón debemos estar juntos, como familia que somos, para derrotar lo que nos atormenta en este momento. La vida nos pone a prueba, pero también nos da una oportunidad, es momento de que juntos venzamos lo que nos aflige y brillemos en esta oscuridad.