top of page

Un nuevo amanecer

Valentina Moreno Portela

1105 JM


Hay momentos inolvidables que inundan mi mente, este es uno de esos momentos en que quiero sentarme, tomar un café, mirar el amanecer y recordar. Solo quiero que se pongan cómodos y escuchen la historia que vengo a contarles. Tal vez esta historia pueda conmoverlos o tal vez no, quizás puedan reflexionar, ¡en fin!  Solo quiero manifestarles que soñar no cuesta nada y tarde o temprano aquel sueño se hará realidad. Como decía un refrán muy popular “no hay cosas imposibles sino hombres incapaces”, por ello vamos a delirar un poco sobre este mundo… Hace poco menos de diez años la humanidad se estaba enfrentando a una guerra biológica: una pandemia que estaba poniendo en riesgo la especie humana. Fue aquel un instante de caos, de depresión, de angustia, de impotencia, de rabia y de miedo, una mezcla de sentimientos que naufragaban en el hombre.


La pandemia fue el momento más duro que evidenciamos: personas muriendo, crisis económica, desempleo, desigualdad, tasa de mortandad en colapso, precariedad del sistema de salud, inestabilidad social. En ese preciso momento comprendimos el tipo de sociedad que estábamos formando, la clase de sistema político y económico que teníamos fue ahí donde vimos cómo los gobiernos en medio de su corrupción potenciaban el individualismo y el egoísmo. Ahí entendimos la desunión del mundo y el desinterés por las necesidades del otro. En un mundo así no TODOS se motivan, pero unos pocos, impulsados por el cansancio y la inconformidad, se prepararon para hacer un cambio social, económico, cultural y personal.


En esa instancia aprendimos que la esperanza es lo último que se pierde y que de un acontecimiento desfavorable podemos sacar algo positivo, alguna enseñanza que puede marcar nuestra esencia. Nos dimos cuenta de que juntos éramos más fuertes pues la unión hace la fuerza. En este mundo no hay espacio para el ego, el individualismo y el acaparamiento. Tras aquel callejón sin salida solo nos quedaba reflexionar y actuar para hacer de este mundo un mejor lugar, un lugar apto, estable e íntegro para todos sin excepción alguna, donde el racismo , la maldad, la envidia, la exclusión, la egolatría, el sexismo, la desigualdad, el hambre, y la pobreza  sean sustituidas por el bien común, la equidad, la justicia, la eliminación de las clases sociales, la seguridad, el respeto, la tolerancia, la participación unánime, la aceptación. No es un mundo perfecto, pero sí compatible y agradable en que podemos vivir dignamente, sin preocupaciones ni estereotipos.


Poco a poco fue surgiendo aquel cambio. De ese modo fuimos saliendo de esa tela en que estábamos envueltos para emprender ese viaje que era tan placentero y fortalecía los lazos de conexión con cada persona. Esa idea penetraba el deseo y la fantasía de lograr lo que creíamos lejano e imposible. Estábamos triunfando en la transformación del mundo con solidaridad, colaboración y aportes de cada persona, lo cual hizo posible lo imaginable, utópico y abstracto.
En aquel tiempo solo tenía quince años y mis contribuciones eran muy pocas, pero a medida que iba creciendo y madurando iba transformando mi mentalidad y concepción sobre las cosas. Fui comprendiendo que la voluntad de cada uno es imprescindible para lograr lo soñado. Así, para cumplir tus propósitos e ideales debes tener un objetivo y comprometerte a perseverar y arriesgarte, porque soñar no es sólo soñar, es hacer posible ese sueño, es creer, es vivir, es disfrutar ese proceso y, lo más importante, es intentarlo las veces que sea necesario para alcanzarlo. El cambio mundial no se dio de la noche a la mañana, más bien fue algo lento pero preciso, dado en el tiempo donde la humanidad descifró que el éxito estaba en sus manos. Fue cuando el hombre entendió que eran sus propios actos los que nos estaban perjudicando, y que en él estaba la solución. Hoy dichosamente puedo decir que hemos renacido y que estamos disfrutando de un nuevo amanecer.


Espero dejar una huella imborrable de ejemplo y motivación. Quiero invitarte a vivir, conocer, aportar a tu ambiente, soñar y actuar, alimentarte del mundo, equivocarte y aprender. La mayor aventura que tú puedes tomar es vivir la vida de tus sueños; el futuro les pertenece a esos que creen, porque un corazón sin sueños es como un ave sin alas.

Valentina Moreno Portela grado 1105.jpeg

Liceo de Santa Librada

 

Carrera 1 No 26-35.

Neiva - Huila

Colombia

Teléfono

3163992602

 

¡Gracias por contactarnos!

© 2020 by Liceo de Santa Librada

Created with Wix.com

Síguenos en nuestras redes sociales

  • Facebook
  • YouTube
bottom of page